Hoy en día, hay cada vez más hogares que amplían su círculo familiar con una mascota debido a los numerosos beneficios que esto conlleva.

Los niños que conviven con animales de compañía en su mayoría mejoran su desarrollo cognitivo, su desarrollo socioemocional y su desarrollo físico. Pero no sólo está demostrado que convivir con animales tiene beneficios para los más pequeños, sino que también los tienen para los adultos y las personas mayores, ya que convivir con una mascota reduce el estrés, resta problemas psicosociales y emocionales y ayuda a realizar ejercicio físico diariamente.

Aunque son numerosas las ventajas que se obtienen al convivir con una mascota, desde nuestra Clínica Veterinaria Dr. Gorriti nos vamos a centrar en las dos principales: la salud y la responsabilidad.

Salud.

Según un estudio de Journal of the American Medical Associattion, los niños y niñas que conviven con perros y gatos reducen hasta en un 50% la posibilidad de padecer algún tipo de alergia debido a que al estar en contacto con sus mascotas los menores desarrollan un sistema inmunológico más fuerte.

Responsabilidad.

Dependiendo de la edad del menor se aconseja un tipo u otro de mascota para que el “peque” se pueda hacer cargo de ella:

A partir de los cuatro años de edad, lo más adecuado es tener una mascota que no requiera demasiada responsabilidad y atención como pueden ser unos peces o unas tortugas. El rey de la casa, a pesar de su corta edad, podrá comenzar a responsabilizarse de sus mascotas, por ejemplo dándoles de comer.

A partir de los seis años, tendrá más capacidad de cuidar a su mascota, por lo que a esta edad os aconsejamos un perro o

un gato de raza pequeña, en el que las responsabilidades crezcan (ponerles de comer, cambiarles el agua, sacarlos a pasear en compañía de un adulto…). Si tu pequeño es más de hámster, pájaros o tortugas os recomendamos que además de ponerles de comer y beber junto con vuestra compañía comiencen a limpiar la jaula o la pecera. Este tipo de actividades ayudarán a los más pequeños de la casa a crear una rutina de trabajo a través de su mascota y tener una responsabilidad de la que sentirse orgullosos.

Si por el contrario en vuestra casa es imposible tener un animal os recomendamos que os informéis de aquellos albergues para perros en los que podéis acudir como voluntario juntos con vuestros hijos a dar un paseo a los perros abandonados que allí habitan.

Y recuerda, el tiempo que tu pequeño esté jugando con su mascota… ¡no estará jugando con una tablet, un móvil o un ordenador!